En primer lugar, es fundamental preguntarnos qué queremos hacer con él. Puede parecer una obviedad pero con un presupuesto tan ajustado es muy importante decidir a qué le concedemos prioridad: ¿queremos movilidad o preferimos una buena pantalla?, ¿necesitamos Windows Vista o nos sirve con XP o Linux?, ¿es fundamental que sea una máquina potente o nos vale con algo más básico y económico?
La llegada de los netbooks ha atraído la atención del gran público. A priori parecen equipos pequeños, muy ligeros y prácticos, un concepto parecido a los ultraligeros al uso. No obstante, hay que tener claro qué podemos hacer con ellos y qué no para no llevarse una decepción. En nuestra opinión un netbook debería ser un segundo equipo (si ya tenemos un sobremesa o un portátil potente) y no nuestra primera opción de compra si queremos “jubilar” nuestro viejo ordenador.
Sólo en casos muy concretos de usuarios que no necesiten más potencia que la necesaria para un uso ofimático esporádico y estén dispuestos a asumir el coste de un monitor y un teclado (imprescindibles para trabajar más de un rato con estos dispositivos), un netbook puede ser el primer equipo. Además, deben tener en cuenta que su potencia dista bastante de la que encontraremos en un equipo convencional, de precio similar, así como la comodidad y la calidad de la pantalla.
Si ya tenemos un equipo y queremos algo económico y portátil no hay duda: un netbook. Tenemos ya varios modelos en el mercado donde elegir a unos precios realmente competitivos.
Por 500 euros no podemos exigir lo último en hardware pero sí debemos prestar atención a algunos aspectos fundamentales para obtener un rendimiento aceptable. Si realmente necesitamos alto rendimiento deberíamos plantearnos comprar un sobremesa.
Hablando de portátiles, la configuración mímima debe partir de un procesador Core 2 Duo, 2 Gbytes de memoria RAM y un disco duro de, al menos, 200 Gbytes. Esto nos garantizará ejecutar Windows Vista con cierta soltura y correr la mayoría de aplicaciones sin problema alguna, exceptuando lógicamente las más exigentes en el apartado gráfico (la mayoría de los equipos económicos disponen de gráficas integradas de bajo rendimiento en 3D).
En netbooks habrá menos dudas porque casi todos parten de la misma base: procesador Intel Atom, 1 Gbyte de RAM y una capacidad ronda los 8 Gbytes en el caso de almacenamiento SSD y los 80 gigas si optamos con versiones dotadas de disco duro convencional. Debemos prestar más atención si cabe a la calidad de la pantalla, la comodidad del teclado o la autonomía que alcanzan.
¿Dónde lo compro?
Una vez decidida marca y modelo, nada mejor que lanzarse a Internet a la caza y captura de la oferta ideal. Bastará un rato revisando tiendas on-line y páginas web de comercios tradicionales para hacernos una idea por dónde rondan los precios. Los buscadores de precios son Kelkoo, Twenga, Froggle…
El lugar de compra depende de uno mismo. Posiblemente sea más facil encontrar buenos precios en una tienda on-line, pero debemos tener en cuenta aspectos como los gastos de envío o averiguar qué tal responden en caso de problemas (foros y blogs pueden ser una gran ayuda). Las ofertas de los grandes centros comerciales también suelen ser muy interesantes, aunque hay que ser rápidos porque se agotan rápidamente. Lo ideal es llevar la decisión ya tomada de casa.
Últimamente podemos ver ofertas interesantes de netbooks subvencionados por las operadoras de telefonía. A cambio de un contrato de datos y un compromiso de permanencia, obtenemos una rebaja del precio del ordenador. El problema suele ser lo incómodos (y grandes) que son los módems USB que ofrecen y sobre todo que el precio final puede encarecerse de forma considerable. Sólo los usuarios que realmente aprovechen este servicio deberían plantearse esta opción.
Probar, probar y probar…
De nuevo una obviedad, pero no por ello menos importante. Es fundamental probar el equipo antes de comprarlo. Teclear un rato, usar el trackpad, reproducir un vídeo, comprobar la calidad de la pantalla o el peso pueden ayudarnos a comprobar, por nosotros mismos, si es el equipo que buscamos.
Aunque vayamos a comprarlo on-line no está de más “dar un paseo” por algún centro comercial y echar un vistazo a las máquinas que nos gustan. Debemos complementar esta información con algún análisis concienzudo y revisar foros o blogs donde se hable del asunto. Toda información es poca y gracias a la Red, la tenemos a un golpe de ratón.
En el laboratorio técnico hemos probado muchos portátiles y casi todos los netbooks del mercado. A tenor de nuestras pruebas y la experiencia con ellos tenemos claro que, en cuestión de rendimiento, hasta el portátil más básico supera ampliamente al un netbook. Sirva a modo de ejemplo los números que obtuvo el Dell Studio 15, un ejemplo de equipo sencillo, económico pero potente.
Cualquier netbook palidece ante el rendimiento de un portátil básico.
Ante estas cifras un netbook como el Acer Aspire One sólo alcanza los 1.555 puntos en PCMark (suite de pruebas que valora el rendimiento general) y 122 en 3DMark 06 y 734 en la versión 2003 (pruebas específicas de rendimiento 3D).
Por contra, el gran valor de los netbooks en general y del Acer Aspire One en particular es su autonomía (suelen alcanzar las cuatro horas con facilidad) y el peso (en torno a un kilogramo), que le dotan de un componente de movilidad del que carecen los portátiles de bajo precio. Los usuarios deben tener clara cuáles son sus preferencias a la hora de escoger su equipo ideal.
En los siguientes dos capítulos te comentamos las ventajas e inconvenientes de cada uno y os ayudamos a decidir cual es la opción ideal para cada tipo de usuario además de incluir una guía de compras con diez estupendas opciones por menos de 500 euros.
